Los continuos récords que se alcanzan en las subastas más importantes siguen confirmando que el valor de los coches clásicos no deja de aumentar. Un nuevo ejemplo lo vivimos hace unos días durante Le Mans Classic, donde un exclusivo Mercedes-Benz 300 SL Roadster en perfecto estado de revista batió todas las expectativas, alcanzando un precio de venta de nada menos que 3.143.440€.
La casa de subastas francesa Artcurial organiza bienalmente, en el marco de Le Mans Classic, un evento en el que suelen salir a la venta más de 100 vehículos de todos las épocas. En 2018 sus 117 lotes presentados incluían desde coches con palmarés deportivo, como el Toyota Celica ST 165 ex Carlos Sainz, hasta deportivos históricos como el Ferrari Testarossa o el Jaguar E-Type. Pero ninguno de estos automóviles excepcionales pudo siquiera acercarse a los precios alcanzados por las dos unidades del Mercedes-Benz 300 SL presentadas en el evento francés.
Una vez más, la exquisitez del diseño de este deportivo alemán, unida al limitado número de unidades que salen a la venta, ha disparado los precios hasta alcanzar facturas de siete cifras. Y si un 300 SL “Alas de gaviota” de 1956 se aupó hasta un precio de venta de 1.013.200€… ¡la unidad descapotable triplicó este precio!
Con un precio estimado entre 1 millón y medio y 2 millones de euros, su impecable estado y la perfecta documentación original hicieron que el Mercedes-Benz 300 SL Roadster de 1963 que ilustra este reportaje superara todas las expectativas y marcara lo que es un nuevo record para este modelo.
Las causas de que alcanzara dicho precio son varias, aunque todas ellas con el denominador común de la exclusividad a la que va ligada la versión descapotable de un icono de la historia de la automoción:
- En sus 55 años solo ha recorrido 1.372 kilómetros, realizados por un único propietario.
- Ha estado siempre alojado en una colección privada de Suecia.
- El coche se presenta con el techo rígido equipado, acompañado de la caja original entregada por Mercedes-Benz que contiene el techo de lona, que nunca se llegó a ensamblar.
- Su inmaculado estado implica que todos sus componentes lucen un perfecto estado de conservación.
- Incluso la documentación original se encuentra perfectamente conservada, atesorando que el coche no ha sido usado en la vía pública desde el año 1972.
La versión Roadster del 300 SL nació de las demandas de los clientes de la marca, cuyas puertas estilo "alas de gaviota" eran incómodas de usar y muy poco prácticas. Así que cuando a mediados de los años 50 la demanda empezó a bajar, los responsables de Stuttgart decidieron apostar por el 300 SL Roadster, equipado con puertas convencionales y que superó en ventas a su homólogo.
Aproximadamente 1850 unidades del 300 SL Roadster fueron vendidas hasta el año 1963, siendo esta unidad una de las 15 últimas en haberse fabricado. Esto significa que pertenece a los 200 últimos coches ensamblados, que incluían dos modificaciones muy importantes para dotar de ligereza al conjunto y también de una conducción excepcional: el bloque motor de aluminio (manteniendo sus aproximadamente 230 CV de potencia) y frenos de disco. Una auténtica obra de arte sobre ruedas que, muy probablemente, seguirá formando parte de colecciones privadas muchos años más.