A lo largo de su historia, Mercedes-Benz ha dedicado un gran esfuerzo al desarrollo de prototipos, muchos de los cuales han acabado llegando a producción. De hecho, de la mano de sus concept cars y sus innovaciones, la firma de la estrella se ha mantenido en la cima de la ingeniería automovilística mundial.
Aun así, no todos los modelos han acabado llegando al mercado, especialmente aquellos desarrollados como prototipos experimentales. A continuación recordamos tres de estos interesantes prototipos para entender la evolución de la marca de la estrella.
Mercedes-Benz C111-IV 1979
Durante las décadas de los años 60 y 70, la saga de prototipos C111 fue el banco de pruebas de las evoluciones más punteras de Mercedes-Benz. Esta saga permitió a la marca alemana llevar al límite el motor rotativo tipo Wankel y el desarrollo aerodinámico. La familia de concept cars alcanzó su cénit con el Mercedes-Benz C111-IV Concept, que en 1979 logró su objetivo de batir el récord de velocidad en circuito.
El cuarto miembro de la dinastía C111 montaba un motor gasolina V8 de 4.820 cc con dos turbos KKK, válvulas refrigeradas por sodio y embrague de triple plato que desarrollaba 500 CV de potencia y 600 Nm. En busca de la aerodinámica perfecta, se sustituyó la aleta posterior central por dos alerones en los bajos, uno delante y otro detrás.
El circuito de Nardó fue el lugar donde finalmente se consiguió el resultado esperado: el Mercedes-Benz C111-IV estableció un récord de velocidad media de 403,978 km/h. La marca pulverizaba el récord anterior, que ostentaba un vehículo de competición de la American Can-Am Series que había volado a 355,854 kilómetros/hora.
Mercedes-Benz Vision SLA 2000
Avanzamos hasta los albores de este siglo para conocer otro automóvil experimental, el Vision SLA. Este modelo fue creado como un roadster ligero, biplaza y descapotable que quería ser un coche aspiracional para los conductores más apasionados. Su radical frontal se inspiraba en el monoplaza de la escudería McLaren-Mercedes, en aquellos momentos campeón del mundo de F1 en manos de Mika Häkkinen.
Muchos rasgos de este prototipo fueron adoptados más tarde por modelos de serie. A su vez, algunas de sus innovaciones llegaron a la calle más tarde en modelos como el Mercedes-Benz SLR McLaren, como sus asientos de fibra de carbono o la iluminación LED para los indicadores de posición.
El conjunto de chasis y carrocería se construyó con una innovadora mezcla de aluminio y paneles de plásticos reforzados. De esta forma, el Vision SLA pesaba menos de una tonelada y ofrecía una alegre aceleración 0 a 100 km/h en solo 7,9 segundos, con un pequeño motor de cuatro cilindros y 1.9 litros que desarrollaba 125 CV.
Mercedes-Benz Bionic 2005
Avanzada la década de los años 2000, el equipo de diseño de Mercedes-Benz intuía que el mercado del automóvil empezaba a solicitar vehículos eminentemente prácticos y eficientes. Así nacieron proyectos como el Mercedes-Benz Bionic, un coche compacto inspirado en la naturaleza, concretamente en el exótico pez cofre (Ostracion cubicus). Aunque muy inusual, la forma del Bionic era muy aerodinámica, con un coeficiente de solo 0,19.
El Bionic era un automóvil compacto de dos puertas y cuatro plazas, con un interior minimalista y techo panorámico. Ya en aquel momento, el vehículo incorporaba elementos que están llegando ahora a los modelos de serie, como las cámaras en lugar de los espejos retrovisores convencionales. Su propulsor era un motor 2.0 turbodiésel de 138 CV con transmisión automática.