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El año 2019 será recordado como un ejercicio histórico para Ferrari. No en vano, hasta ahora se habían producido cuatro lanzamientos de nuevos modelos:
- Ferrari F8 Tributo
- Ferrari F8 Spider
- Ferrari SF90 Stradale
- Ferrari 812 GTS
Y en esta recta final del año todavía nos espera una sorpresa más: el nuevo Ferrari Roma. Este atractivo coupé estrena un diseño totalmente diferente al resto de la gama actual del Cavallino Rampante. Su estilo elegante y afilado, más que neoretro, es atemporal. Eterno como la ciudad eterna que le da nombre.
El mercado del lujo y la superdeportividad continúa creciendo, y Ferrari no quiere perder su posición de referente a nivel mundial. Con este objetivo nace el Roma: un modelo que quiere ampliar la base de clientes de la marca, sin renunciar a ninguna de las señas de identidad que han enamorado a generaciones enteras de aficionados.
El Ferrari Roma es un GT 2+2 plazas con motor delantero central. Monta el mismo motor del Portofino Cabrio: un V8 Twin-Turbo de 3.855 cc y 620 CV de potencia máxima, disponibles entre 5.750 y 7.500 rpm, con un par máximo de 760 Nm entre 3.000 y 5.750 rpm. Toda esta fuerza se envía a la ruedas traseras por la misma transmisión de doble embrague y ocho velocidades DCT que ya se introdujo en el Ferrari SF90 Stradale.
El resultado son unas prestaciones dignas de un Cavallino Rampante del más alto nivel:
- Velocidad máxima de 320 km/h.
- Aceleración de 0 a 100 km/h en solo 3,4 segundos.
- Aceleración de 0 a 200 km/h en apenas 9,3 segundos.
A nivel de dimensiones, este nuevo Ferrari mide 4,65 metros de largo, 1,97 m de ancho y 1,30 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,67 metros. El peso es de 1.472 kilos.
Un singular diseño neoretro para el Ferrari Roma
El Ferrari Roma quiere rendir homenaje al estilo despreocupado y apasionado de la Dolce Vita italiana que cautivó al mundo durante los años 50 y 60. Para ello, en Maranello se han inspirado en sus grandes clásicos de la época, con una puesta al día de las proporciones y trazos de los Ferrari de mediados del siglo XX.
En su diseño destaca el alargado y descendente capó, la novedosa parrilla de panel perforado y unos faros rasgados y muy bajos. La zaga está marcada los sobresalientes pasos de rueda, la caída del techo y un portentoso difusor con dos salidas dobles de escape, una a cada lado.
El habitáculo también es completamente nuevo, tanto por diseño como por disposición de los mandos y pantallas. Es obvio el cuidado puesto en los detalles y sorprende el estilo claramente deportivo, con dos plazas delanteras netamente diferenciadas que dan la impresión de ser un cockpit para piloto y copiloto. De momento no disponemos de más información acerca de las funcionalidades a nivel de conectividad del Roma, pero se espera que sean realmente completas.
