Popularmente se dice que las competiciones de motor empezaron en el momento en que dos vehículos motorizados se encontraron en un mismo lugar. Aun así, lo que tenemos seguro es que fue en el año 1894 cuando se disputó la primera carrera de coches debidamente organizada: la París-Rouen, con victoria para Jules-Albert de Dion. Y ya en aquella carrera, un pionero Benz alemán fue de la partida y consiguió finalizar la prueba francesa.
125 años después, muy pocas marcas en el mundo pueden presumir de una historia automovilística tan extensa y exitosa como Mercedes-Benz. La firma de Stuttgart ha competido y ha ganado en prácticamente cualquier modalidad del automovilismo, alcanzando la gloria ya desde principios de siglo con las míticas “Flechas de plata". Una gloria que, un siglo después, sigue manteniendo intacta de la mano del equipo Mercedes-AMG de Formula 1, actual dominador absoluto de la categoría reina.
A continuación, te invitamos a hacer un breve viaje por 125 años de historia, a través de algunos de los modelos de competición de Mercedes-Benz más icónicos de todos los tiempos.
Una senda marcada por el Mercedes-Benz SSK (años 20)
Los fabricantes Mercedes Simplex (perteneciente al grupo Daimler) y Benz & Cie. se unieron en 1926 para crear Mercedes-Benz, una nueva firma de referencia basada en el lujo y las altas prestaciones.
Y dado que ambas marcas ya habían hecho sus pinitos en el mundo de la competición, alcanzando importantes logros deportivos en sendos casos, era de esperar que Mercedes-Benz se convirtiera pronto en un fabricante asiduo a los circuitos. El Mercedes-Benz SSK (W 06) es un ejemplo muy primitivo del poderío que esta marca iba a demostrar en las competiciones deportivas.
Las flechas de plata de Mercedes-Benz (años 30)
Aquellos bólidos perfectamente trabajados aerodinámicamente, con tecnología e innovaciones derivadas de la industria aeronáutica alemana, triunfaron por medio mundo durante los años 30, liderados por el modelo W 125.
Las flechas de plata de Mercedes-Benz eran bólidos que asombraban a los aficionados por su potencia, su sonido, sus velocidades… y sus victorias. Un irrepetible elenco de pilotos que incluía a Rudolf Caracciola, Manfred von Brauchitsch o Luigi Fagioli, con Alfred Neubauer como máximo responsable, se encargó de llevar estos vehículos a la victoria en los campeonatos previos a la creación de la F1.
Monoplazas y sport-prototipos para la época dorada (años 50)
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, la competición del motor volvió por todo lo alto. Se creó el Campeonato Mundial de Formula 1, y con él, regresaron las victorias de Mercedes-Benz.
El espectacular W 196 llevó a Juan Manuel Fangio a lograr dos títulos mundiales en 1954 y 1955, mientras que en las carreras más peligrosas del mundo, como la Mille Miglia o la Targa Florio, coches tan especiales como el Mercedes-Benz 300 SLR también convertían a la marca alemana en el rival a batir.
Lamentablemente, el éxito de Mercedes-Benz se ponía en punto y a parte tras el desastre de Las 24 Horas de Le Mans, cuando ocurrió el accidente más grave de la historia del automovilismo, cesando entonces toda actividad deportiva.
Los turismos marcan el regreso a la competición (años 80)
La participación de Mercedes-Benz en las carreras fue muy discreta durante varias décadas. Tenemos que avanzar hasta los años 80 para encontrar el Mercedes-Benz 500 SL, un vehículo espectacular que se aventuró a entrar en el mundo de los rallyes con relativo éxito.
A este retorno se unirían otros vehículos como el Mercedes-Benz 190E, muy recordado por su participación y victorias en el Campeonato Alemán de Turismos (DTM). Era la era dorada de las carreras de turismos. También en aquellos años, ya entrados en los años 90, Mercedes-Benz desarrolló un ambicioso proyecto deportivo en el mundo de los sport-prototipos, del que nació el Mercedes-Benz CLK GTR.
Mercedes-AMG y el exitoso retorno a la Formula 1
La marca alemana pasó muchas décadas desvinculada de la F1, aunque ofreciendo los Safety Car oficiales y siempre atenta a las innovaciones que marcaban la evolución de esta categoría. Fue finalmente en 2010 cuando se hizo oficial que Mercedes-Benz regresaría al pináculo del automovilismo, de la mano de figuras como Ross Brawn o Michael Schumacher.
La primera victoria llegaría en 2012, mientras que para el primer campeonato mundial tocó esperar hasta 2014, con Lewis Hamilton al volante del Mercedes F1 W05 Hybrid. Se abría una senda de éxitos que, a día de hoy, ha sumado un total de 10 campeonatos consecutivos, 5 de pilotos y 5 de constructores.