El pasado 28 de mayo se cumplió un aniversario histórico para Maserati: ahora hace exactamente 60 años, el Maserati Tipo 61 pilotado por Masten Gregory y Lloyd Casner conseguía una increíble victoria en la séptima edición de los 1.000 kilómetros de Nürburgring, la histórica carrera de resistencia alemana que era un auténtico acontecimiento deportivo en aquellos años.
Este fue el segundo éxito consecutivo de Maserati en el circuito de Nordschleife. Allí, la marca italiana ya había ganado un año antes, en 1960, con el mítico piloto británico Stirling Moss al volante del Maserati Tipo 60 acompañado por Dan Gurney.
El Tipo 61 fue el más popular de los cinco modelos diseñados para Maserati por el ingeniero automovilístico Giulio Alfieri. Su secreto era el chasis Birdcage, una intrincada estructura de unos 200 tubos de acero soldados a mano que se ganó su inusual nombre porque recordaba a una jaula para pájaros. Su punto fuerte era una combinación de rigidez y ligereza, que superaba ampliamente a otros coches de carreras de la época. El Maserati Tipo 61 era el mejor y más avanzado automóvil de competición con motor delantero y tracción trasera de su época.
Diseñado para las pruebas de resistencia
Desarrollado en 1959 a partir del Tipo 60, el Maserati Tipo 61 era una barchetta biplaza diseñada para cumplir con todas las regulaciones técnicas necesarias para competir en las 24 Horas de Le Mans. Su motor de cuatro cilindros de 2.900 cc desarrollaba una potencia de 250 CV a 7.000 rpm. Pesaba tan solo 600 kg, utilizaba transmisión manual y su velocidad máxima alcanzaba los 285 km/h.
A pesar de su gran potencia, el consumo de combustible seguía siendo bastante bajo, algo vital para reducir el número de paradas para repostar durante las carreras de resistencia.
En los tres años que duró su producción, de 1959 a 1961, el Maserati Tipo 61 reinó en las competiciones automovilísticas internacionales. Su potencia y velocidad lograron una serie de extraordinarias victorias, continuando la tradición victoriosa de Maserati que ahora tiene su continuación con el nuevo MC20, destinado a marcar una nueva era.
Un ADN de competición que mantiene el nuevo Maserati MC20
El Maserati Tipo 61 que venció en Nürburgring lucía una llamativa pintura blanca con líneas azules personalizada por el equipo Camoradi. Años después, estos colores fueron heredados por el superdeportivo MC12 Stradale, con el que Maserati regresó a las carreras y ganó el mundial de constructores de Gran Turismo de la FIA en 2005.
La última exhibición del ADN de competición de Maserati es el nuevo MC20, con el que la marca vuelve a fabricar sus propios motores después de 20 años. El nuevo motor Nettuno es un V6 de 630 CV y 730 Nm de par que acelera de 0-100 km/h en menos de 2,9 segundos y alcanza una velocidad punta de 325 km por hora. Con él, la marca del tridente está preparando el camino para su regreso a la competición.